MI MisIÓN

 

He decidido centrar mi trabajo en los procesos de autoconocimiento y auto-sanación de la persona, utilizando distintas herramientas y métodos combinados que permitan a cada individuo encontrar su elemento, favoreciendo el equilibrio y la sanación interior en los tres centros: mental, emocional, corporal.

Las respuestas que buscamos no existen fuera de nosotros sino que están dentro.
Conocer nuestro interior requiere entreno para que podamos ver lo bueno y lo malo que hay tanto en nosotros como en los demás. Así descubrir, identificar, detectar fuerzas y debilidades y aprovecharlas. Las debilidades son una importante orientación para el comportamiento. Verlas como algo del que culpar o culparnos o vivirlas como un fallo no ayuda ni es pertinente. La capacidad de ser positivo también hay que desarrollarla hasta cuando sea innata.
El trabajo al que me dedico consiste en favorecer las fuerzas de la salud que hay dentro de la persona, considerando los dos polos en cada cosa, los opuestos que nos hacen lo que somos: Uno.
No hay separación entre las características humanas. El cuerpo no podría existir sin la mente y el alma. Tampoco podrían existir la mente y el espíritu sin el cuerpo. Estos tres aspectos de la vida humana son uno. No se puede solucionar ningún problema sin tratar los tres.
Un síntoma es un aviso que llama nuestra atención para que la dirijamos hacia una o más necesidades desatendidas. Indica características físicas, psicológicas, emocionales y espirituales. Lo físico es un síntoma de lo mental, de lo emocional y de lo espiritual.

Imaginemos el cuerpo como si fuese una orquesta cuya música es el alma. Nuestros órganos son los instrumentos. Cambiar la manera de tocar uno o más de ellos o bien excluir uno o varios de ellos, alterará toda la armonía.
‘’Cada órgano debe de estar en perfecta consonancia con el resto del cuerpo para producir el ser más completo y hermoso que es la persona.’’
Utilizando una metáfora, mi función es similar a la de un director de una orquesta, que escucha los instrumentos con la persona para que sea ella quien aprenda a prestar atención a lo que desentona y lo pueda afinar.
Cada uno de nuestros centros – corporal, mental, emocional - tiene su órgano físico correspondiente. Así que la salud del cuerpo está directamente relacionada con la salud de la mente y con el fluir natural de las emociones.

No siempre hay que cambiar para ser felices. Muchas veces solo hay que conocer y cuidar de lo que nos hace estar bien; y esto permite adquirir una percepción más completa y más profunda de la propia naturaleza.
El objetivo del trabajo que hago es impulsar cada persona a desarrollar un profundo respeto y aprecio hacia si misma y aprenda a utilizar sus propias capacidades de auto-sanación, siendo estas innatas en cada individuo. Una visión holística permite favorecer que las energías restablecedoras de la salud que hay en el interior de la persona sean las que curan.

El diagnóstico al que se llega de esta manera es una practica espiritual que comienza con el entreno de la mente para aprender a conectar con las emociones y sigue con la observación del cuerpo y de cómo la persona lo cuida y lo escucha. Es básicamente aprender el arte de la vida y aportarle calidad.

 

Me considero una entrenadora persistente e intuitiva que quiere compartir su experiencia vivencial y transmitir un mensaje bien claro: ¡todo es posible! Soy una amante de la autenticidad, ilusionada de la vida y muy optimista, firmemente convencida de que entrenando con compromiso cualquier objetivo se consigue y cualquier obstáculo, interno y externo, desvanece.

El qué y el cómo entrenar es una decisión personal, vivencial, relacionada con la necesidad presente de cada uno.

Yo solo la acompaño.

No es mi trabajo, ¡es mi pasión!